viernes, 11 de octubre de 2013

Lírico Escultura (Hernán Nieto)

De este libro yo soy el autor. Está librando actualmente una auténtica batalla intelectual.

De un lado está el statu quo de la poesía argentina actual: poesía sin mayor sentido y sin mayor belleza. Y por el otro lado está mi poesía: ideas muy profundas y una belleza innegable. Es caviar, frente al choripán.

La poesía argentina actual está subestimada por eso. No me incluye a mí (todavía). La gente piensa que es prácticamente una estafa, cosas sin sentido y sin belleza que se dicen en nombre de la Poesía.

Y está lo que escribo yo, creador además de todo un sub-género nuevo: la Poesía de tipo "escultural". Los poemas no sólo son genuinamente bellos y profundos, sino que serían "esculturales".

Este nuevo sub-género, atrevido, original, consiste en que los poemas tengan curiosas siluetas a su alrededor. He aquí un ejemplo, y con esto me despido...

Pleamada

Al amar el ojo llega hasta la luna
Y al mirar arreglo busca la mirada...

...e izada
Par al ojo,
La lengua
Que conejo
Les procure.

Empero nadie
Ve el mismo conejo,
Aunque todos elevemos
La mejor de nuestras lenguas
Para hablar de amor a mejor suerte.

Hay lenguas que hilan leguas entre sí
Y luego se arquean para no tocarse
Sacándoles chispas a los dientes,
Y a la saliva curvan la entrada
Si un sólo beso las convocara.

Lenguas que son techo
Por las que fueron piso,
Y desmembró el acecho
Toda columna en tacha,
Hasta llegar a la actriz
Que de muerta haga
A cualquier antojo;
Dedos a cada ojo
Y entre dientes
Por los ceños
Y el enojo.

Hay lenguas que se amansan con amor
Y otras que requieren de amenazas;
Lenguas que se amasan y erizan
Y entonces pretenden tenaza
Hasta quedar en hilachas,
Para que alguna ínfula
Halle conejo en llena,
Y no se sienta petisa
Fuera del par paleta.

Lenguas que arrojan sales en olas
Y salan las bocas ajenas hasta secarles los párpados;
Lenguas furtivas y amargas cuya impresión nunca han llorado,
Y comisuras tan dulces que la piedad no apelaron
Pues de antemano dan pena.

Lenguas que son de madera para navegar
Su intimidad de naufragio,
Aunque antelare ceniza
Sobre sus trajes de sal
Y voluntad de marea;
Una más parca barca
Venga a la casta alzar...

...nadie dirá ser la luna
Ni soplará sus muertes,
Para que sean misterio
Por amuchadas dunas:
Cual el ardiente mar.

Lenguas de las encías
Adivinando al cuello,
Y de la oreja luego
Si se la encima;
Cuales ojos
A mejillas
Y le diga:
"Sé",
Por el placer de un cisne.

Lenguas diseñadas al ombligo
Fueron las echadas a los perros,
O no hubiera nido a su lamer.

¡Hay lenguas por doquier si quedan dientes,
Y todas ellas braman por comida y al comer!

viernes, 4 de mayo de 2012

Ensayo sobre la población (Malthus)

Durante el Siglo XVIII, varios autores intentaron explicar los niveles de subsistencia humana a partir de la mesura del salario.
El salario aparecía como una medida de supervivencia más que de verdadera valoración de un determinado oficio.
Se implicaba que de ese modo el trabajo se estimulaba, y se instaba al trabajador a seguir trabajando.
También se profundizaba en diversos salarios de determinadas nacionalidades.

Malthus implica un salto muy grande, ya hacia finales de ese siglo (1797, fecha de la primera publicación de "Ensayo sobre la población").
Ël no va a teorizar sobre el salario como concepto fundamental de la supervivencia, ni menos aún ahondar en lo anecdótico de determinados tipos de salario.
Lo suyo sería teorizar sobre la supervivencia como la relación existente entre -población- y -recursos-, siendo que unos aumentan geométricamente (vale decir por multiplicación) y otros aritméticamente (por adición).
También iría a profundizar en una arriesgada antropología de fondo, según la cuál la civilización surgió para poder consolidar el sedentarismo, y así comenzar a combatir los efectos de la superpoblación con la producción de alimentos.

viernes, 27 de abril de 2012

El azar y la necesidad (Jacques Monod)

Darwinismo, vaya palabra. Pareciera que no tiene detractores. ¿Quién en su sano juicio contradeciría a una de las tres grandes heridas narcisísticas de la humanidad? (Heliocentrismo, Darwinismo e Inconsciente).
Y en el Siglo XX, hasta el Darwinismo Social se erguía como intocable por su nombre de pila. Incluso en la Iglesia Católica, hay un sentimiento de que Darwinismo y Creacionismo no son necesariamente antagónicos ("Dios condujo la evolución hacia el hombre").
Sin embargo, a la vista de los hechos, sí hubo quién se atrevió a refutar "el empuje, la fuerza, el dominio de una especie sobre otra". Alguien que vino a desafiar el fundamento mismo del Evolucionismo, atribuyéndole precisamente -inercia- al proceso por el cuál unas especies priman sobre otras.

Amén de ser uno de los 10 mejores libros de ciencia del último lustro, "El azar y la necesidad" no es hoy un tótem de la ciencia por ser adjudicado a una crítica al Evolucionismo; quizás ni siquiera lo sea.
Se trata de plantear que unas especies priman sobre otras, y sobreviven mientras que otras no, por un mero proceso de -regularidad y repetición-, en que nos hayamos de algún modo todos los seres vivos, pero los más exitosos en esto (regularidad y repetición, ¡casi inercia!) son los que a menudo sobreviven.
Como si la muerte, ese cambio tan brutal y definitivo, viniera a ensañarse con los que precisamente se comportan de modo cambiante, mientras que aquellos que parecieran "poco adaptables" debido a su regularidad y repetición, son los que la sobreviven.
Y sobre el final del libro, Jacques Monod se atreve a criticar al hombre, aludiendo a que su historia de 50000 años es un contínuo abuso de los cambios que per sé le ofrece la naturaleza. Que insistir siempre en nuevas cosas le da una angustia existencial de la cuál no se desembarazará fácilmente. Quizás Monod no insistió en que eso es característico de lo humano, pero hablar del hombre como un ser -contra natura- es una tarea compleja.

viernes, 20 de abril de 2012

El árbol del conocimiento (Maturana)

Rara vez en el siglo XX se han escrito libros como "El árbol del conocimiento". Más que un libro, un tomo de extraordinarios dibujos y formulaciones a lo largo de cientos de páginas.
Justo en el Siglo donde se viene a formular todo lo relativo al Posmodernismo, que por supuesto tiene doctrinas filosóficas homólogas anteriores a lo largo de todos los siglos (Ej: Pirronismo, en el Siglo I!), aparece un libro que le da al Posmodernismo su justo valor.
Sólo habiendo llegado el hombre a formular el Posmodernismo en el Siglo XX, vale decir a determinar un giro de rosca tal que implique el relativismo moral e intelectual actual, debió aparecer un libro que, demasiado ignorado hoy, sí hace del Posmodernismo algo valioso.

El árbol del conocimiento comienza con una cómica historia acerca de un hombre que se acerca a una jaula de zoológico, donde aparece la inscripción: "Aquí está el simio más peligroso".
Al acercarse (zoológico real en Norteamérica) nota que en esa pequeña ventana enrejada -hay en realidad un espejo-, dando cuenta de cuán peligroso y devastador es ese simio homínido del hombre.
Amén del primate simiesco del hombre, tema apasionante para la Antropología, vienen a analizarse las variables por las cuáles -nos olvidamos de nosotros mismos-, de nuestra propia imagen, en esto de juzgar a los demás.
Neurología, Psicoanálisis, también Antropología e incluso pequeñas incidencias con ciencias como la Ëtica y hasta la Astronomía, hacen de este libro un tesoro imperdible, que nadie debería dejar de leer si tuviera que leer tan sólo un puñado de libros.
"Unidades autopoiéticas", dice el autor, es decir que somos como submarinos llenos de botones internos a través de los cuáles sí interpretamos la realidad, en esto que es un subjetivismo bien fundado.
¡Cuánto de nosotros mismos, nuestros cielos y nuestras miserias, creemos ver en el exterior!... sólo en libros como éste (si es que hubiera otro), el Posmodernismo viene a obtener un trono de honor en el pensamiento humano, lejos del infantil: "yo digo/hago/soy lo que quiera" (al menos si es Tarzán).

viernes, 13 de abril de 2012

El amor es puro (Padre Zezinho)

Durante el Siglo XX, ese gran papa llamado Juan Pablo II investigó árduamente respecto del "amor puro", o más bien respecto de la integridad del ser humano, llamada Personalismo.
Según el personalismo, somos unidades bio-psico-socio-espirituales, y por ende el sexo, las necesidades biológicas varias como la necesidad de trabajar, el derecho a la salud y otras, no son "esferas" del ser humano, sino conceptualizaciones que en la realidad no pueden separarse.
Si bien el papa Juan Pablo II, desde aún antes de ser papa versó sobre estas cosas (hay mucha bibliografía al respecto, mucha precisamente en verso), fue a mi -modestísimo- entender el padre portugués Zezinho quién iría a categorizar en profundidad el tema.

Justo finalizando un siglo donde es muy común hablar del sexo como "necesidades fisiológicas que hay que cumplir", de los placeres como "derechos que debemos darnos", las tensiones como "hay que descargar", y en definitiva toda una cultura de "yo soy muy importante y yo lo valgo" (y las presiones sociales sobre uno para comportarse de este modo), el padre Zezinho viene a aportar un giro de rosca mejor.
Un giro de rosca devenido de considerar al ser humano como una totalidad inescindible, asequible de ser considerado en su conjunto todo el tiempo y sin excepciones.
De allí que los jefes que esclavizan a sus empleados, las personas que se toman a sí mismos y a los demás como cumplidores de deseos, descargadores de tensiones y toda esa vana escisión que hace el ser humano de sí mismo, creyéndose muy importante pero siendo en definitiva desconsiderado e infantil, pasa bajo la lupa reveladora de este teórico de Juán Pablo II, seguramente también de su propio talento y corazón, y en definitiva de la realidad tal cuál es, desnudada en sus defectos más profundos.

jueves, 29 de marzo de 2012

El Tao del Jeet Kune Do (Bruce Lee)

Todos tenemos una imagen un tanto distorsionada de Bruce Lee. Lo vemos como un deportista, como un "fisicudo" de grandes abdominales que triunfó en el cine.
En realidad, lo del cine fue anecdótico. También lo del físico, y en general la imagen espectacular que vemos en su superficie.
La verdad es que Bruce Lee fue un intelectual, fundamentalmente, y que fundó toda una doctrina.

Justo cuando el Kung Fu y otras doctrinas estaban en su cumbre, apareció Bruce Lee.
Este joven, deportista por supuesto pero que leyó una cantidad de libros de cuatro cifras, vino a cambiar las artes marciales.
Estudioso, comprobó que todas las doctrinas orientales de esa época eran como rígidas, estaban como estancadas en una serie de posiciones inmóviles, que lejos estaban del combate real.
El combate real es fluír, decía, y ni siquiera el resultado puede preveerse. Hay que concentrarse en fluír, y ese será el mejor de los combates que uno pueda presentar.
Por supuesto esto estaba lleno de técnicas, de consejos y de posiciones que supo definir, compendiar y dibujar en su obra monumental "El tao..."
Imperdible.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Corazón (Edmundo de Amicis)

Libro que consta de historias de niños, escolares y también de niños héroes, en el contexto de un salón de clases.
En épocas como "Corín Tellado", "Tom Sawyer" y "El árbol de naranja lima", viene a salir un libro de verdaderos valores para que los niños aprendan.
La edad de los valores, edad en que los niños son más escrupulosos que muchos adultos, y donde se intuyen valores de verdadera trascendencia, es a la edad de nueve años.

Héroes, se llaman, los personajes que nos permiten cuando niños apropiarnos del verdadero sentido de un valor.
Mediante los héroes, llegamos a intuír la verdadera dificultad en seguirlo, los sacrificios que implica, y lo invisible que en ocasiones parece.
Asimismo la satisfacción interior que se logra, luego de mucho esfuerzo, y que ya nadie puede quitarnos; la bondad misma que nos compensa cuando adultos es un perfecto ejemplo.
Claro que hay personas, y no pocas, a las que la bondad ha dejado de compensarlas hace tiempo, y en ese lugar se hallan un montón de actos malos; pero las semillas de los valores, en libros como "Corazón" siguen siendo sembradas en los corazones de los niños.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Tú y yo (Martin Buber)

A principios del siglo XX, Lyotard y Derrida dieron nacimiento al Posmodernismo, paradigma que hoy se halla aún en nuestro inconsciente colectivo, acuñando frases como "todo es relativo" (contradicción en sí misma) y "cada uno hace/piensa/es como quiere" (al menos si es Tarzán).
Lo cierto es que lejos de hacernos libres, felices, sabios o mejores, este paradigma nos da a todos un sentido de incertidumbre muy grande, pues permanece en nuestro interior la necesidad de un asidero mínimo, incluso más allá del momento social presente.
Esta multiplicidad explicativa y la incertidumbre que provoca, es lo que Martín Buber viene a analizar en "yo y tú", a mediados del siglo XX.

Hoy día, todas las religiones, filosofías, teorías, agrupaciones, tecnologías, novedades, personas y personajes, "tótems" de un modo u otro, son como haces relampagueantes, "flashes" que compiten por nuestra atención.
Es cuando leer un libro se cambia por una misiva, una frase, un mail; profundizar en una idea o teoría, discernir por un chisme, un decir; ahondar en un trabajo por el odio a trabajar, ya convertida la vida en trabajo en vez de trabajar para vivir; el respeto al otro por el desdén, el destrato, la agresión y la impulsividad; el sosiego y la tranquilidad por la adicción, el stress, los ataques de pánico y la desesperación; las vacaciones por locos laberintos de emociones; conocer a alguien por el exitismo, la promiscuidad, la "chat"-ura en el diálogo y el trato superficial; la niñez normal por déficits atencionales y trastornos emocionales; la pareja por los cuerpos; los ratos en familia, amigos o a solas por la televisión, la pantalla del monitor, los fines de semana "de reviente" y en definitiva nos vemos sumidos en una serie de luces intermitentes, sin poder cerrar los ojos o abrirlos bien.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Nuevo Testamento

Este libro, suma de varios libros a través de los siglos, ha sido de una innovación tal que toda la historia (Occidental) se divide en un antes y un después de él.
Antes del Nuevo Testamento, teníamos en Occidente al Judaísmo, y también al Racionalismo Griego, este último comportándose como una verdadera religión (o al menos paradigma).
Las cosas eran "según la Ley", ya sea en Religión como en Pensamiento. Las categorizaciones de Aristóteles estaban a la par de las del Judaísmo.

El Nuevo Testamento viene a librar una auténtica batalla intelectual, que por supuesto gravó las vidas y los hechos de ese entonces. Guerras, que como siempre comienzan siendo ideológicas.
Finalmente en el Siglo IV se oficializa el Catolicismo Apostólico y Romano que vivimos aún hoy, dejando tras de sí un sinfín de martires pero asimismo de leyes "caducas".
Claro que el Judaísmo existe, incluso el Judaísmo Jasídico, y que el Racionalismo tambien nos acompaña pues "El Filósofo" (Aristóteles, durante milenios) fue enriquecido por otros.
Pero ya sabemos en el fondo de nuestro ser que hay cosas más allá de la razón: que la misericordia, la paciencia y el perdón, son ese "más allá de la ley", fundamentales para convivir.